La forma más sencilla para reconocer a un presidiario es a través de su vestimenta: el clásico uniforme a rayas blancas y negras con el número de identificación que corresponde al penal donde está reclutado.

¿Sabías sin embargo, por qué se utilizaba el uniforme de rayas? Pues justamente porque era la manera más fácil de reconocer a estas personas privadas de libertad, a fin de disminuir y evitar sus posibles fugas. Los primeros trajes de este tipo, se usaron en las cárceles de Estados Unidos, a finales del siglo XVIII, y aunque en la actualidad son pocas las prisiones que siguen haciendo uso de esta ropa, en algunos lugares del mundo continúa siendo vigente.

Así que ahora que conoces la razón de este diseño, quizá en tu fiesta de disfraces  quieras hacerte notar utilizando el disfraz para hombre preso. Sería una buena oportunidad para encarnar a alguno de los señores más malvados y temerarios del planeta, llamando la atención de absolutamente todos los que estén en la celebración.

El disfraz para hombre preso está disponible para caballeros en dos únicas medidas: la talla M y la talla L. La vestimenta incluye un mono de camisa manga larga y pantalón largo con el típico diseño de rayas en colores blanco y negro. Además, contiene un gorro con el mismo estampado, para completar el atuendo de temible presidario.  Y si quieres lucir aún más aterrorizante, no dudes en pasar por nuestra sección de accesorios y buscar unas esposas o un grillete para terminar de complementar tu indumentaria.

Eso sí, cuidado por donde andas en la calle con tu disfraz para hombre preso, no sea que la policía te confunda con un fugado y quiera llevarte a la prisión, por más que expliques que solo quieres divertirte en una fiesta.